Diferencias entre metales ferrosos y no ferrosos

Una de las clasificaciones más importantes en el mundo del reciclaje es la que separa a los metales ferrosos de los metales no ferrosos. Entender esta diferencia es clave para identificar los materiales en casa, separarlos correctamente y facilitar su tratamiento en las chatarrerías. Los metales que se reciben en estos centros suelen agruparse en esas dos categorías principales. Para conocer el listado completo de materiales que se aceptan, revisa el artículo principal: Qué metales se reciclan en una chatarrería en España.
Qué son los metales ferrosos
Son aquellos que contienen hierro (Fe) en su composición. Destacan por su magnetismo, su resistencia mecánica y por ser más propensos a la oxidación cuando están expuestos a la humedad y al oxígeno.
Ejemplos comunes
- Hierro: presente en vigas, rejas y herramientas pesadas.
- Acero: usado en estructuras metálicas, chasis y electrodomésticos.
Qué son los metales no ferrosos
No contienen hierro en proporciones significativas. Suelen ser no magnéticos, más ligeros y con mejor resistencia a la corrosión. Además, muchos destacan por su excelente conductividad eléctrica y térmica.
Ejemplos comunes
- Cobre: cables y tuberías.
- Aluminio: latas, perfiles de ventanas, carcasas ligeras.
- Latón: grifería, herrajes.
- Bronce: piezas decorativas, cojinetes.
- Plomo: baterías, contrapesos.
- Zinc: galvanizado y aleaciones.
Pruebas rápidas para diferenciarlos en casa
- Imán: si se pega, es ferroso (hierro, acero). Si no, probablemente sea no ferroso (cobre, aluminio, latón, bronce, plomo, zinc).
- Peso y color: el cobre es rojizo y pesado; el aluminio, plateado y ligero; el hierro y el acero tienden al gris con óxido naranja.
Importancia de la clasificación
Separar correctamente ferrosos y no ferrosos agiliza el trabajo en las chatarrerías y mejora el aprovechamiento de los materiales. Para ver cómo se aplican en infraestructuras, consulta Aplicaciones de los metales reciclados en construcción.
Conclusión
La diferencia entre ferrosos y no ferrosos radica en la presencia de hierro, su magnetismo y su resistencia a la corrosión. Identificarlos en casa permite un reciclaje más eficiente y un mayor valor en la cadena de reaprovechamiento.